3 Claves para tener mayor autocontrol emocional

Las emociones son herramientas que nos alertan de las cosas positivas y negativas de nuestra vida. Gestionarlas de manera inteligente nos permitirán tener equilibrio en todas las situaciones cotidianas, mejorar las relaciones con nuestro entorno y mostrarnos más felices con nosotras mismas.

Sin embargo, debido al estrés y el alto ritmo de vida al que nos vemos sometidas, mantener las emociones bajo control no siempre es una tarea sencilla.

La dificultad de gestionar emociones negativas

Según un artículo elaborado por el portal Cell Press, existen 4 emociones de las que derivan el resto de sentimientos: miedo, enfado, alegría y tristeza. De estas cuatro, la tristeza es la que más dura: hasta 4 veces más que la alegría, basado en los datos obtenido del estudio de “The British Psychological Society”.

Teniendo en cuenta esta situación, resulta necesario conocer cómo gestionar las emociones de una forma correcta para ser más felices y evitar sufrimientos innecesarios.

Aprender a gestionar las emociones

Existen 2 pasos fundamentales a la hora de gestionar las emociones correctamente.

Paso #1. Ponles nombre

Para ello es necesario pararse a averiguar qué es lo que sentimos en cada momento respondiendo a la pregunta “¿Qué siento exactamente?”.

La respuesta a esta pregunta se debe hacer de forma sincera y yendo al grano. Es decir, no puedes responder un simple “me siento bien” o “me siento mal” porque eso es algo sencillo de identificar. La respuesta debe ir más allá.

Por ejemplo, si te sientes mal debes indagar aún más si ese mal sentimiento se llama “Ira”, “Enfado”, “Disgusto”, “Tristeza”, “Celos”, “Culpabilidad”, “Vergüenza”. De la misma forma, si te sientes bien, necesitarás ponerle nombre a ese sentimiento: “Serenidad”, “Tranquilidad”, “Confianza”, “Alegría”, “Orgullo”, “Placer”, “Alegría”, “Felicidad”, etc.

Una vez que identifiques la emoción concreta que estás sintiendo, llegará el momento de dar el segundo paso.

Paso #2. Análisis de las emociones

Solamente cuando hayas reconocido la emoción o emociones exactas que estás sintiendo podrás pararte a profundizar en ellas, analizarlas y tomar decisiones concretas para manejarlas a tu gusto.

En este punto es el momento de realizarse preguntas del tipo “¿Qué me ha llevado a sentir esto?” o “¿Qué he pensado de mí y/o de los demás en esa situación?”.

Conocer el foco que causan ciertas emociones te ayudará a saber qué es lo que sientes y por qué lo sientes, permitiendote conocerte mejor a ti misma y otorgándote las herramientas para afrontar todas las situaciones de una forma eficaz.

Las 3 claves para gestionar las emociones de forma positiva

“No se gestionar las emociones ¿qué hago?”. Esta es una de las reflexiones que más nos plantean nuestras lectoras. Y es que resulta bastante complicado canalizar las emociones sin dejarse dominar por ellas.

A continuación te mostraremos 3 claves que podrás poner en práctica desde hoy para ayudarte a tratar a tus emociones de la forma más correcta.

Clave #1. Las emociones no son negativas en sí

Cualquier emoción que sientas tiene un porqué. Todas ellas te quieren decir algo y buscan, de forma positiva, alertarte de que algo está yendo bien o mal según tu forma de entender la vida.

Por poner un ejemplo concreto, sentir miedo es una respuesta a una situación de amenaza que, de no sentirla, podríamos poner en riesgo nuestra vida. Esto no es algo negativo, sino que interpretamos que es algo negativo.

Por ello es necesario entender que todas las emociones tienen una finalidad positiva. Son una especie de manual que te dice que algo está sucediendo y que debe tenerse en cuenta.

Clave #2. No evites sentir las emociones

La educación y la crianza tradicionales casi nunca nos enseñan a gestionar las emociones. Nos convencen de que hay sentimientos y emociones que no debemos experimentar. Nos dicen por ejemplo que llorar o tener miedo no soluciona nada.

Sin embargo, las emociones no nacen porque sí, ni desaparecen porque sí. Por lo tanto, reprimir lo que sentimos no es una manera correcta de gestionarlas. Intentar asfixiar lo que se siente solo aplaza su expresión. Lo reprimido retorna y a veces de mala manera.

Lo primero entonces es entender que todas las emociones son legítimas y tienen pleno derecho a existir y a expresarse. Si aceptamos lo que sentimos, será mucho más fácil gestionar las emociones. No aceptarlo implica propiciar una confusión que termina dando como resultado una tormenta interna.

Clave #3. Cuestiona tus pensamientos

Quizá no sueles pararte a pensarlo pero la gran mayoría de pensamientos que se te pasan por la cabeza cada día surgen de manera automática. Son interpretaciones de tu propia realidad que muchas veces no tienen fundamento alguno.

Cada uno de estos pensamientos están filtrados según nuestra educación, valores, vivencia, etcétera, y nos hacen sentir de una forma determinada. Por ejemplo, lo que para unos puede ser una dificultad, para otros puede ser un reto.

Esto nos da a entender que nuestra realidad es solo un punto de vista más sobre la realidad, tan distinto y válido como el de cualquier otra persona. Si interiorizamos esta idea, es muy posible que logremos un mayor nivel de empatía con los demás y nos sintamos más en paz y  armonía con nosotras mismas y nuestro entorno.

Ya conoces los dos pasos fundamentales para saber cómo gestionar las emociones correctamente y las tres claves que te permitirán hacerlo de una forma positiva y empática, tanto contigo misma como con los demás.

Sin embargo, muchas veces es posible que te veas incapaz de poner en práctica estas técnicas por ti misma. Si ese es tu caso, no te preocupes.  Puedes comenzar descargándote nuestro "ebook gratuito para tener más autoestima que WonderWoman”

¡Apúntate ya al cambio emocional!