La falacia de llegada ¿Sabes en qué consiste?

La falacia de llegada ¿Sabes en qué consiste?

En ocasiones el solo hecho de marcarse un objetivo y obtenerlo puede no cumplir del todo con tus expectativas. De hecho, en muchas ocasiones el conseguirlo puede llevarte de lleno a una gran decepción. Esto precisamente es en lo que consiste la falacia de llegada.

Pasas días, meses e incluso año detrás de un objetivo y cuando lo tienes, pierde todo tu interés. Es algo más común de lo que parecer.

Así que si eres de esas mujeres que esperan lograr la felicidad cuando tengas el cuerpo soñado, cuando por fin tienes un hijo o cuando te consigues casar…¡Sé cauta! Tal vez estés idealizando demasiado ese objetivo y cuando lo consigas y veas que no es lo que habías pensado, te des un buen susto.

Recuerda que ante todo, para poder no únicamente lograr tus objetivos, sino que disfrutarlos, es importante que tengas tus heridas pasadas sanadas. Para ello te recomiendo que realices el curso gratuito de SOY UNA VALIENTE BUTTERFLY.

La falacia de llegada

¿Por qué ocurre esto? Es muy contradictorio que nos pasemos años apostando por conseguir algo y que cuando lo tenemos por fin, nos hunda a un pozo profundo. Es algo mucho más usual de lo que parece a simple vista y la psicología tiene mucho que decir sobre ello.

Esto es en gran parte debido a que nos centramos tanto en cumplir ese objetivo, que nos perdemos todo el camino hacia la meta.

La falacia de llegada define la ilusión que se experimenta ante el hecho de que al lograr algo, la felicidad va a ir en aumento. Y aquí precisamente radica el pro lea:Asumir que la felicidad depende de esa meta. Es como la mujer que cree que por encontrar una pareja, va a ser feliz el resto de su vida o quien cree que por acabar la carrera va a sentirse pleno y confiado por fin.

Eso no siempre es así.

Tras lograr ese objetivo aparecen nuevos metas y problemas. Esa felicidad que tanto buscabas se deshace entre  tus manos en cuestión de segundos.

Según el psicólogo Tal En-Shahar esta sensación es debida a que nos animamos a nosotros mismos a poner cierto punto de prudencia a la hora de alcanzar una expectativa. De hecho, en ocasiones y con más frecuencia de la deseada no llegaremos a conseguir lo que queremos, no de hecho lo necesitamos en muchas ocasiones.

Somos seres que se orientan al futuro en lugar de disfrutar de lo que es real, de lo que realmente tenemos; el presente. Y no solo eso, solemos tener la mala costumbre de fijarnos metas poco realistas.

¿Esto quiere decir que no debas ponerte objetivos?

No. Debes ponerte objetivos, pero nunca condicionar tu vida ni tu presente para alcanzarlos. La verdadera verificada es la que vas construyendo en tu día a día. Aquella que te despierta por las mañanas y te da las buenas noches.

Es necesario que aprendas a disfrutar del camino en lugar de pensar que únicamente al meta te traerá la verdadera felicidad.

La falacia de la llegada suele ser propia de personas que alcanzan el éxito social, llegan a la cumbre y caen en picado. Es el caso de muchos famosos como actrices o cantantes. Pero realmente, es algo que le puede suceder a todo el mundo. Ya que llevamos en nuestro código genético esa necesidad de tener que conseguir algo para ser felices.

Eso explica por qué nos convertimos en exploradores en busca de la felicidad.

Hay muchas personas felices que, sin embargo, no tiene gran éxito en sus vidas. Sin embargo, según los estudios, ser feliz en el día a día, predispone al éxito.

La felicidad es un estado mental, no un destino. Es por ello que cada vez que te fijes una meta no lo hagas por alcanzar la felicidad en ese momento, puedes alcanzarla ahora mismo, cuando estás en proceso de conseguir tu objetivo.

A veces, las heridas del pasado no permiten alcanzar esas metas ni vivir felices en el momento presente. Por eso te invito a realizar el cursoSOY UNA VALIENTE BUTTERFLY.

Estoy convencida de que te enseñara a ver las cosas de otra manera:)