``En septiembre empiezo a hacer deporte´´
``No postergo más, voy a comenzar a comer de manera sana´´
¿Cuántas veces has intentado cumplir un propósito que finalmente ha quedado en el olvido?
Hacer ejercicio, comer sano o empezar a madrugar de manera regular, son unos de los hábitos más comunes que muchos han iniciado y han acabado por abandonar.
En este artículo te voy a enseñar en qué consiste un hábito y cómo llegar a instaurarlo en tu vida de manera regular.
Recuerda que puedes descargar mi ebook gratuito: ``Cómo tener más autoestima que Wonder Woman´´, donde hablaremos de temas muy importantes para llevar a cabo estos cambios en tu vida.
Un hábito es una rutina o comportamiento que se repite regularmente y tiende a ocurrir de manera inconsciente.
Por ejemplo, cepillarse los dientes, quitarte los zapatos al entrar a casa o ducharse por las mañanas, serian varios ejemplos de hábitos cotidianos.
Estas acciones, una vez consolidadas se hacen de forma totalmente automática en nuestro cerebro
Aquí es donde entra nuestra labor: Crear un hábito.
Crear un hábito requiere esfuerzo constante, energía y ganas de superarse así como de no rendirse ante los obstáculos que puedan aparecer.
Sin duda, todo esfuerzo tiene su recompensa y si quieres saber cómo funcionan los hábitos en nuestro cerebro: Atento al siguiente punto.
Dentro de nuestro cerebro, cuando repetimos una acción varias veces, se crea una nueva ruta entre nuestras neuronas de manera que, la siguiente vez que hagamos esta acción, nos será mucho más sencillo.
Por ello, al principio supone tanto esfuerzo iniciar un nuevo hábito , y es que, la red neuronal tiene que crearse.
¿Qué ocurre una vez creada?
Una vez que esta red neuronal se ha creado y se fortifica tras la repetición de la acción, esta, se acopla de forma automática en nuestro cerebro.
De esta manera, si nos hemos propuesto meditar 15 minutos todos los días al despertar, una vez este hábito quede instaurado en nuestro cerebro, automáticamente nuestro propio cuerpo nos pedirá meditar una vez despertemos. ¿Suena bien, verdad?
¿Cuál es el objetivo de instaurar ese hábito? ¿Estas dispuesta a comprometerte con él?
Es de suma importancia que el hábito que quieras tener en tu vida este en concordancia con tus propios valores. Por eso, antes de instaurar un hábito, pon en una lista las razones por las que lo quieres tener en tu vida y mira las ventajas y desventajas que tiene.
Si quieres instaurar un hábito en tu vida, cuéntaselo a todo el mundo. De esta manera lograrás tener un compromiso contigo misma y a la vez, con el resto de la personas de tu entorno.
Contar tus metas y deseos puede generar cierta presión positiva que te ayude a llevarlo a cabo.
Visualiza la manera en la que te mostraras ante ti y las demás personas cuando tengas ese hábito instaurado. No solo eso, visualiza los pasos que vas a seguir para lograr llegar a tu meta u objetivo final.
Esto es clave a la hora de motivarnos y no venirnos abajo las primeras veces que realicemos la acción o actividades a instaurar.
Puedes servirte de una señal o algún tipo de nota que te anime a tomar la acción. Si por ejemplo quieres tomar el hábito de hacer 50 abdominales antes de ir a trabajar , pon una alarma en tu despertador un tiempo antes de tu hora normal de despertar que te recuerde que es el momento de levantarte y conseguir tu objetivo.
De este modo será más fácil que el hábito se automatice y te pondrás menos excusas a la hora de hacerlo.
Si quieres instaurar un nuevo hábito, debes observar la forma en la que te hablas a ti misma. No te machaques con comentarios negativos como ``Ya lo intente en el pasado y no funcionó´´.
El pasado no existe, el presente es tu mejor arma para llevar a cabo tus metas y objetivos en la vida.
No puedes pretender lograr hacer 50 abdominales en 10 minutos si hace años que no practicas ejercicio. Ves poco a poco, traza un plan progresivo donde te vayas acercando a tu meta de forma gradual.
De esta manera verás como poco a poco, vas logrando avanzar y estas más cerca de conseguir la meta y instaurar la rutina deseada.
Al menos durante los primeros días, donde se instaura y consolida el hábito no se recomienda dejar de hacer la acción más de dos días seguidos.
Encuentra el momento para hacer lo que quieres conseguir, el día es muy largo y te mereces unos minutos para ti y tus proyectos.
Date ese placer.
Refuerza tus avances. Cuando ejercites el hábito date un pequeño capricho y celebra tus avances. Por ejemplo si llevas toda la semana intentando levantarte a las 7 de la mañana, date un capricho y cómprate la camiseta que viste el otro día o el libro que llevas tiempo queriendo leer.
Mírate al espejo y abre bien tus ojos. Siéntete orgullosa de ti mista y regálate una enorme sonrisa. ¡Lo estás haciendo bien!
Como habéis visto los hábitos y rutinas en la vida nos aportan muchos beneficios que pueden traducirse en beneficios físicos y psicológicos.
El principio puede hacerse algo cuesta arriba, pero si eres perseverante y confías en ti, podrás logar tu objetivo sin problemas.
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Ha llegado el momento de pasar a la acción.
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