Así como lo es la gratitud, el perdón es una de las áreas que más interés ha despertado dentro de la comunidad científica. Existen actualmente numerosas investigaciones que estudian los efectos que el perdón tiene en nuestra mente y en nuestro cuerpo.
Sin embargo, el perdón puede resultar muy complicado en ciertas ocasiones. Sobretodo cuando las heridas emocionales que suscitan todavía están abiertas.
Tanto perdonar a los demás como perdonarse a uno mismo, es algo fundamental para poder mantener un correcto equilibrio mental y sanar cada centímetro de nuestra esencia. Todo ello, repercute en nuestra propia autoestima, que al verse afectada por este rencor acumulado puede verse resentida.
En mi ebook:``Cómo tener más autoestima que Wonder Woman´´ podrás tomar consciencia del proceso tan importante que comprende amarse y confiar en uno mismo.
En el año 1999 la conocida Fundacion Jonh Templeton inició una investigación basada en el perdón llamada: Campaign for Forgiveness Research.
Gracias a esta investigación, la literatura científica que hasta entonces solo contaba con 58 estudios, pasó a tener un asombrosa cifra de 950 estudios entre el año 1999 y 2005.
Uno de los trabajos más aventajados, ofrece evidencias demostrables a la hora de relacionar el rencor y la salud. Este estudio llevado a cabo por el doctor Frederic Luskin, concluyó que el perdón eleva el estado anímico y aumenta el optimismo y nuestro sistema inmunitario.
Si no perdonamos, si somos hostiles con nosotros mismos o con otras personas, liberamos ciertas sustancias neuroquímicas que acrecientan la ansiedad y el estrés. La adrenalina, el cortisol o la norepinefrina se acomodan en nuestro organismo. De esta manera, nuestra tensión y frecuencia cardiaca aumentan y por ello, aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o complicaciones mentales.
En este momento, nuestro cerebro entra en un estado cognitivo en donde nuestras facultades mentales se ven limitadas. No pensamos con claridad y nos dejamos llevar por nuestros instintos más primarios.
Al perdonar, nuestro organismo recupera su homeóstasis basal, alcanzando un equilibrio óptimo. Nuestro sistema nervioso se relaja y todo ese ``caos´´ de neuroquímicos vuelve a equilibrase.
Como veis, el poder del perdón hace que nuestra mente se sienta en paz y aún más, aumenta nuestra salud y calidad de vida.
Según las investigaciones sobre la materia, el perdón evolucionó como un mecanismo de superación para hacer frente al dolor y aliviar nuestro sufrimiento. La inteligencia humana pues, desarrolló este mecanismo para hacer frente a ese ``ataque´´ a nuestro organismo evitando daños mayores.
Sin embargo, es un acto que en ocasiones cuesta, y mucho. Nos resulta difícil perdonar ciertos actos, ciertas palabras hacia nosotros que causaron una profunda herida en nuestro interior, la cual en ocasiones se cronifica por demasiado tiempo.
Si somos capaces de perdonar, si somos capaces de otorgar este don en nuestro propio beneficio ,veremos en el momento sus efectos gratificantes. Seremos más fuertes, más felices y lo más importante, seremos libres.
El propio Dalai Lama ofrece una visión interesante sobre el perdón como una vía para llegar al a salud física mental y espiritual:
«Hay dos niveles de perdón. Un nivel: el perdón implica que no deberías desarrollar sentimientos de venganza, puesto que perjudicas a la otra persona, y es por tanto una forma de violencia. Con la violencia, hay normalmente contraviolencia.
Esto genera más violencia aún – el problema nunca termina. Otro nivel: el perdón significa que no deberías desarrollar sentimientos de ira hacia tu enemigo. La ira no resuelve nada. La ira sólo te trae sentimientos incómodos, destruye tu paz mental.
No puedes sentir felicidad mientras mantengas la ira. Con el perdón la mente está tranquila, hay más paz mental, y más salud para el cuerpo.»
Te voy a mostrar 7 pasos prácticos con los que aprenderás a perdonar de manera eficaz y poder de esta manera, liberarte del rencor y sanar tu esencia.
Lo primero que debes hacer para poder perdonar o perdonarte a ti misma, es identificar la persona objeto. Debes saber que el perdón no supone una forma de minimizar los actos o palabras. Es una manera de liberase de ese rencor que tan solo ofrece emociones nocivas para nuestro cuerpo y nuestra propia alma.
Identificada la persona, debes ser consciente de todos los detalles que generaron ese rencor en ti. Describe las situaciones, las palabras o los acontecimientos que te han llevado a guardar estos sentimientos en tu interior. Describe después cómo te sientes en relación a ellos.
Haz un listado con todos los sentimientos y emociones que sientes al recordar tales hechos. No seas víctima. Elabora un listado intentado no caer en palabras como ``pobre de mí´´ o ``no hay derecho a lo que me hizo´´
Establece el propósito de dejar atrás el pasado y hallar el camino de la paz y la libertad interior.
Para ello, escribe una carta que contenga las siguientes palabras:
``Yo (decir tu nombre), me libero de todo rencor relacionado con (explicar quién te hirió, el modo en que lo hizo y cómo te sentiste)
En este momento me libero de toda rabia, toda la tensión y toda la ira que se oculta en mi interior y no me deja evolucionar correctamente´´
Recuerda que nadie es perfecto. Todos, en algún momento de nuestras vidas hemos dañado a alguien consciente o inconscientemente.
Existe una afirmación que puedes realizar de forma asidua para obtener el perdón de tu propio ser: “Si he herido o lastimado a cualquiera por mis pensamientos, palabras o acciones, pido perdón.”
Perdona y libérate de la carga que llevas tiempo arrastrando. No esperes que todo el resentimiento desaparezca en un momento, todo lleva un proceso. Pero ahora, has creado las bases perfectas para que el perdón se pueda expresar. Recuerda también, que el perdón no te hace ser más que quien te ofendió. Todos somos iguales, con nuestros miedos, dudas y anhelos. No ensanches tu vanidad.
Cualquier tipo de experiencia nos dota de un aprendizaje que nos sirve y nos servirá el resto de nuestra vida. Esto, es el mejor motivo que existe para agradecer todo daño o calumnia. Aprende de los acontecimientos y sigue evolucionando hasta que por fin, la oruga de tu interior se convierta en la mariposa que vuela libre.
Como habéis visto el poder del perdón se extiende mucho más allá del plano mental o espiritual. El perdón se inserta en cada célula de nuestro organismo y lo ayuda a sanar.
Recuerda que si quieres mantener tu alma y tu cuerpo libre y aprender a confiar más en ti misma puedes descargar de manera gratuita mi ebook:``Como tener más autoestima que Wonder Woman´´.
Es hora de soltar, liberarte y fluir.
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